En líneas generales, el curso de los trastornos amnésicos puede ser muy variable, dependiendo del proceso patológico primario que haya desencadenado dicho trastorno. La edad de inicio de estos trastornos también dependerá de las causas desencadenantes del trastorno amnésico.
A grandes rasgos, las lesiones traumáticas cerebrales, el infarto así como otros acontecimientos cerebrovasculares, o tipos específicos de exposición a neurotóxicos, pueden desencadenar un inicio agudo del trastorno amnésico. Por su parte, otras enfermedades, como el abuso prolongado de sustancias, la exposición a neurotóxicos o la continua deficiencia nutricional pueden dar lugar a un inicio insidioso.
En el caso de la amnesia transitoria debida a un traumatismo craneal, los efectos de dicha lesión pueden durar un tiempo variable. Por lo general, la dificultad aparece después del trauma y va desapareciendo gradualmente. Por el contrario, los trastornos que provocan una destrucción de la porción medial del lóbulo temporal, tales como: ablación quirúrgica o malnutrición en el caso de una dependencia alcohólica, etc., pueden desencadenar un deterioro persistente.