Las determinaciones que habrá que solicitarle a un paciente que está siendo evaluando por deterioro cognitivo, deben incluir un análisis de sangre en el cual se obtengan: recuento de glóbulos rojos, hemoglobina, hematocrito, eritrosedimentación,

recuento y fórmula de glóbulos blancos, recuento de plaquetas, hepatograma completo, ionograma plasmático, calcemia, fosfatemia, uremia, creatinina plasmática, perfil lipídico, dosaje de vitamina B12 y ácido fólico, dosaje de T3 (tironina), T4 (tiroxina) y TSH (tirotropina), serologías para lúes y VIH. Particularmente este último deberá tenerse muy en cuenta en los pacientes menores de 55 años o mayores de dicha edad, pero con factores de riesgo para la adquisición del virus.

El motivo de estas múltiples determinaciones es el de intentar detectar causas de demencia que mediante el tratamiento adecuado pudiesen ser posibles de mejorar y en algunos casos remitir casi por completo. Así mismo, los criterios reconocidos para el diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer, exigen la exclusión de otras entidades que pudiesen ser responsables del déficit que presenta el sujeto y mediante la normalidad de estos parámetros bioquímicos estaremos descartando gran parte de lo que se denomina demencias debidas a causas médicas generales. Deberá incluirse también un análisis de orina y sedimento urinario.

Otras pruebas que deberán ser realizadas según la historia clínica incluyen: velocidad de sedimentación globular (VSG): enfermedad auto-inmune, tamizaje para metales pesados, y tamizaje toxicológico para drogas.

El EEG suele revelar cambios no específicos y rara vez está indicado excepto para el diagnóstico de Enfermedad de Creutzfeld-Jacobs, cambios característicos periódicos, o de encefalopatía hepática, ondas trifásicas. Los potenciales evocados pueden aportar alguna ayuda, no obstante, la variabilidad y poca reproducibilidad del estudio ha hecho que no se generalice como método de rutina para el diagnóstico de las demencias y que quede en el ámbito de la investigación clínica. De los potenciales relacionados a eventos, los que presentan interés en el estudio de las demencias son los Potenciales Evocados Auditivos de Larga Latencia o potenciales evocados cognitivos, también denominados P300. En líneas generales, la prolongación de la latencia de la onda P300 se correlaciona en forma positiva con el nivel de deterioro, pero este estudio no nos permite realizar diagnóstico diferencial de la causa del síndrome demencial.

 

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Modelo bidireccional y triestratificado

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